Muladhara

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MULADHARA, Mul – Base / Adhara – Apoyo

“Quien obtiene una victoria sobre otros hombres es fuerte, pero quien la obtiene sobre sí mismo es todopoderoso”. Lao-Tse

Se le llama chakra radical, chakra basal o centro coxal y soporta todos los chakras. Está relacionado con la cantidad de energía física y el deseo de vivir en la realidad física encargado de que nos desarrollemos para obtener lo necesario para la supervivencia; alimentos, vestidos, vivienda, salud, compañía.

Derecho fundamental asociado: Derecho a existir.

Función: Supervivencia, arraigo a un lugar.

Reúne todo el saber de la humanidad hasta hoy y anterior a esta, por lo que contiene toda la sabiduría antigua o ayurveda (conocimiento de la experiencia vital). Ayur – experiencia vital / Veda – conocimiento.

Representa la materia y se ocupa de las necesidades físicas y de supervivencia básicas, las que enraízan a la Tierra, de aquí su fuerte vinculación con los pies.

Claves: Fundamentos, seguridad, supervivencia, hábitat, auto aceptación.

Situación: En el perineo, orientado hacia la tierra, introduciéndose hasta el coxis y el sacro.

Elemento: Tierra, cuyo símbolo es el cuadrado.

Sentido: Olfato.

Color: Rojo.

Esencias: Cedro, clavo.

Cristales y Gemas: Ágata, jaspe rojo, coral, rubí, turmalina negra, hematíe.

Planeta: La Tierra.

Símbolo: Representan el flujo de la energía a través de cuatro dimensiones.

Flor de loto con cuatro pétalos, un cuadrado dentro y un triángulo invertido.

Animal: Representa a la hormiga, trabaja fielmente en el hormiguero para su reina, no se plantea el sentido de individualidad.

Elementos anatómicos asociados: Rige el esqueleto, los huesos, pies, piernas, muslos, intestino grueso, columna vertebral, cabellos, uñas, conducto espermático, nervio ciático.

Consecuencias físicas de su mal funcionamiento:

Hemorroides, estreñimiento, accidentes que lesionan las rodillas y las piernas, ciática, anorexia, enfermedades óseas.

Órgano/Glándula: Glándulas suprarrenales.

Funciones de las glándulas suprarrenales:

Son dos glándulas de secreción interna, de forma piramidal de base inferior, están situadas una a cada lado de la cavidad abdominal, por encima del polo superior de ambos riñones. Cada uno mide 30 mm de altura, 45 mm de anchura y 6 mm de grosor, el peso de las dos glándulas juntases de unos 7-8 gramos, la de la derecha es generalmente más pequeña que la izquierda.

Hormonas que producen las glándulas suprarrenales:

  • Sustancias elaboradas por la corteza.
  • Glucorticoides: Hormonas de acción antiinflamatoria, antialérgica y de efectos sobre la presión arterial.
  • Mineralcorticoides: Hormonas de acción reguladora del sodio y el potasio, sobre todo a nivel renal, pero también en las glándulas salivales, sudoríparas y del tramo gastrointestinal.
  • Sexuales: Hormonas elaboradas en mínima parte por la corteza suprarrenal, son químicamente iguales y ejercen la misma función biológica que las elaboradas por las glándulas sexuales.
  • Sustancias elaboradas por la médula suprarrenal.
  • Adrenalina y Noradrenalina: Estás dos hormonas las tiene almacenadas el cuerpo para liberarla en situaciones de alarma, stress, miedo, peligro. Son las encargadas de la respuesta de lucha o huida preparando al cuerpo en situaciones de riesgo.

Alimentación:

Todos los alimentos que ayudan a una toma de fundamento: proteínas (carne, pescado, legumbres), vinos, guisos muy condimentados, sin llegar a saciarnos.

Los arquetipos:

Asociados con este centro de energía son el de la Madre Tierra y el de la Víctima, representando ambos las dos caras de la misma moneda: la faz positiva y la negativa.

  • La Víctima es vulnerable; está llena de necesidades y carece de raíces. Supone que es incapaz de manejar cualquier tipo de situaciones y que los demás son los responsables de todo lo que les sucede.
  • La Madre Tierra está relacionada con la nutrición, la atención y el amor incondicional. Si esos cuidados y ese amor lo empleamos también con nosotros mismos, nos convertiremos en personas gratas y seguras.

En funcionamiento:

  • Enraizado, centrado, seguro, leal, estable, autodominio.
  • Funciones de eliminación física y energética.

Bloqueado:

  • Miedo, inseguridad, debilidad y dificultades para sobrevivir.
  • Actitud autodestructiva, posesiva y obsesionada con la acumulación material.
  • La vida parece una carga, sentimiento de no pertenecer a la Tierra, a la propia cultura o a la familia.
  • Constitución débil, problemas de eliminación, poca resistencia mental y física, perversiones sexuales.

Abierto en exceso:

  • Ser desafiante, materialista y centrado en sí mismo.

Asanas Yoga:

La montaña (Tadasana), la silla (Utkatasana), la diosa (utkata kanasna), el triángulo (Trikonasana), ásanas del guerrero (Virabhadrasana), Ardha Bhekásana (mitad de la rana), mulbhanda (contracción de los esfínteres anales y genitales).

Composiciones Musicales:

  • Para armonizar el chakra radical, puedes utilizar los sonidos de tambores y chamánicos.
  • Sonidos de la naturaleza y animales.

Vocal: El chakra radical tiene asignada la vocal “u”.

Nota musical: Do.

Sonido: LAM.

Descripción:

Este chakra es el del mundo de los hábitos, de los comportamientos automáticos, de los patrones instintivos que usamos para nuestra supervivencia.

Está asociado con la eliminación (ano e intestino delgado) y su función se aplica a todos los niveles: físico, mental y emocional. Necesitamos la fuerza del primer chakra para eliminar pensamientos obsesivos, tristezas y depresiones.

Si eliminamos demasiado rápido, tendremos diarrea, física, mental y emocional, lo que provoca inseguridad en el individuo. En el caso contrario, cuando no hay eliminación, las toxinas se acumulan y el cuerpo se intoxica. Debemos permanecer en el equilibrio.

Las personas atrapadas en un hábito o que son extremadamente rígidas se marchitan emocionalmente.

Cuando Muladhara funciona de forma equilibrada y está bien integrado con los demás chakras, se obtienen ciertas habilidades: Autodominio, pureza, seguridad, estabilidad, constancia, perseverancia positiva, lealtad, universalidad

El individuo muestra una gran resistencia ante cualquier situación y tiene un gran sentido de autosuficiencia: no necesita nada.

Ejercicios físicos:

En general, todos los ejercicios que nos ayuden a mantener sano y en forma nuestro cuerpo, que deben ser una mezcla equilibrada de ejercicios aeróbicos para mantener activo y en forma los sistemas respiratorio y circulatorio, y anaeróbicos, para potenciar nuestros músculos y huesos.

Para una toma de contacto específica y abrir el primer chakra:

  • Caminar con las rodillas flexionadas y a ser posible descalzos sobre la arena o el césped, pisando con fuerza en el suelo.
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  • Tumbados de espaldas, apoyamos las piernas contra la pared y empujamos contra ella.
  • Cualquier ejerció de baile o danza africanas.
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  • Saltar en el sitio, flexionando las rodillas al caer sintiendo la toma de tierra.

Ejercicios psíquicos:

  • Redescubrir el sentimiento de inocencia y de plenitud de nuestra infancia.
  • Cuidar y mimar a nuestro niño interior.
  • Recobrar la confianza en la madre Tierra y en nuestro cuerpo.
  • Realizar actividades que potencien nuestra fuerza y autoconfianza.

Activación del primer chakra: La contemplación de un sol naciente o poniente de color rojo sangre y de una aurora o un crepúsculo resplandecientes vivifica y armoniza el chakra radical y desata las estructuras constreñidas que entran dentro de su campo de acción.

Para comunicarnos con la energía tranquilizadora, estabilizadora y edificante de nuestro planeta a través del primer chakra, siéntate en la posición del loto, o del sastre, sobre la tierra desnuda y respira conscientemente su olor.

Si puedes combinar entre sí ambas experiencias de la naturaleza, se producirá un efecto integral óptimo sobre el chakra radical.

Meditación:

Te dispones a emprender un viaje. Será un viaje por las entretelas de tu propio yo. Un viaje a través de tu vida, a través de los mundos que te rodean. Empieza aquí, en tu propio cuerpo. Empieza ahora, dondequiera que estés. Es tu propia búsqueda personal.

Ponte cómodo, porque el viaje no va a ser corto. Es posible que dure meses, años o toda la vida. Pero tú ya habías elegido partir; lo hiciste hace mucho, mucho tiempo.

Se te ha dado un vehículo en el que emprender ese viaje. Es tu cuerpo. Va dotado de todo lo necesario. Una de las exigencias de este viaje será, precisamente, la de conservar alimentado, feliz y en buen estado ese vehículo. Porque no podrás disponer de otro.

Así que, para empezar el viaje, comenzaremos por explorar nuestro vehículo. Dedica unos momentos a sentir tu cuerpo. Nota cómo inhala…, exhala… Oye dentro de ti los latidos de tu corazón. Puedes percibir la humedad de tu boca, el peso de los alimentos en el estómago, el roce de las prendas sobre la piel. Explora el espacio que tu cuerpo ocupa a lo alto y ancho, su peso, sus lados, su delante y su detrás, su arriba y su abajo. Inicia el dialogo con tu cuerpo. Aprende su lenguaje. Pregúntale como se encuentra. Si se siente fatigado o tenso. Escucha la respuesta. ¿Qué le parece el viaje que inicia?.

Se te ha dado un vehículo, pero no es una posesión tuya. Es lo que tú eres. Tú eres tu cuerpo. Eres un cuerpo que vive en este mundo físico, que se levanta de mañana, que va a trabajar, que palpa, que se duerme, que se baña. Siente tu cuerpo mientras el recorre esas rutinas. Mira cuántas interacciones tiene todos los días con el mundo exterior. Observa el intercambio a través de las manos que empujan puertas, que conducen al volante, que estrecha otras manos, que hojean papeles y tocan platos, niños, amantes, alimentos. Piensa en cuanto ha crecido y aprendido tu cuerpo en todos esos años ¿qué significa para ti? ¿Alguna vez se te ha ocurrido darle las gracias por lo bien que te ha servido?.

¿Qué es este mundo con el que tu cuerpo tiene interacción? Nota las texturas, los olores, los colores, los sonidos que te rodean. Sé tu cuerpo y siéntelo: todas esas sensaciones que quizás escaparían a tu mente, pero que tu cuerpo acusa. Toca la dureza de la Tierra en la madera, el cemento y los metales. Toca sus líneas rectas, su solidez, su permanencia. Palpa la firmeza suave de la Tierra en su estado natural, en sus árboles y sus hierbas, sus lagos, ríos y montañas. Nota su curvatura amable, su protección, su abundancia. Toca la riqueza de ese planeta con su infinidad de formas. Observa su inmensidad, su solidez, y cómo te soporta mientras ocupas tu lugar sobre ella, mientras lees este libro.

Este planeta es un vehículo también. Nos transporta a través del tiempo y del espacio. Siente la Tierra como entidad central, unificada…, cuerpo viviente, exactamente igual que tú…. compuesto de una infinidad de células que colaboran en el conjunto. Tú eres una célula de ese gran organismo. Eres una parte de la Madre Tierra, eres uno de Sus hijos.

Comenzamos nuestro viaje aquí, sobre este gran cuerpo de la Tierra: nuestra gran ascensión dará principio con un descenso. Descendemos hacia ese cuerpo, bajamos hacia nuestro propio cuerpo, nuestra carne, nuestras entrañas, nuestras piernas y pies, hundimos nuestras raíces en la Tierra que nos sustenta y nos alimenta. En lo hondo de las rocas y del suelo, en las grandes profundidades donde tiene su origen toda vida y la fuerza que todo lo mueve.

En la base de nuestra espina dorsal hay una bola roja, incandescente. Como el núcleo de nuestra Tierra. Nota la energía en fusión cómo corre por tus piernas, atraviesa tus rodillas y pasa por tus pies al suelo, y atraviesa el suelo y penetra en la Tierra, y se abre paso entre rocas y raíces hallando nutrición, sustento y estabilidad. Siente esa línea de energía como el cable de un ancla que te fija, te tranquiliza, te da firmeza y fundamento.

Estás aquí. Estás en conexión, eres sólido, pero por dentro estás en fusión. En lo más hondo de tus raíces encuentras tu pasado, tus recuerdos, tu yo primordial. Esa conexión ahí es sencilla y directa. Recuerdas tu herencia, tu yo ancestral como hijo de la Tierra. Ella es tu maestra.

¿Qué son estas materias que provienen de la Tierra? Piensa en el sillón dónde estás sentado… el árbol que alguna vez fue, el algodón en el campo, la tela en el telar, los trabajadores que la transportaron, que la vendieron. Los que se sentaron antes en ella. Piensa en las cosas que tienes, en la complicación de cada una de ellas, en su abundancia.

Deja que esta sensación de abundancia que proviene de la tierra suba y entre por tus pies, tus piernas, tu pelvis, tu estómago, tu corazón y tus manos. Siente su expresión en tu garganta, reconócela en tu visión, entiende la huella grabada en tu mente. Respira hondo y haz que descienda otra vez, a través de tu cuerpo, tu cabeza, tu cuello, hombros, brazos, pecho, vientre, genitales, piernas y pies, y abajo retornando a la Tierra, descendiendo muy adentro, encontrando estabilidad, encontrando sustento, encontrando paz.

Tu cuerpo es el viaje, y por ahí comenzarás. Es tu conexión con el mundo físico, tu fundamento, la casa de tus danzas. Tú eres el lugar de donde procederá toda acción y todo entendimiento, y adónde vas a regresar. Estás tocando el suelo de la verdad.

Tú eres el suelo en donde todas las cosas descansan. Tú eres la Tierra de donde todas las cosas nacen. Tú estás aquí, eres sólido, estás vivo.

Tú eres el punto donde todas las cosas comienzan.