Práctica y objetivos de lAS asanaS
La práctica de las asanas va a permitirnos:
Potenciar nuestro cuerpo.
Ampliar nuestra respiración y movilizar energías bloqueadas.
Crear condiciones favorables para la relajación y sobre todo concentrar y unificar nuestra mente, que es la base de todo trabajo en yoga.
Para beneficiarse de todos los efectos enunciados, se deberá al mismo tiempo realizar el asana con consciencia y escuchar el cuerpo. Esta comunicación va a permitir respetar los siguientes requisitos.
Dosificar y regular el esfuerzo.
Mantener la posición el tiempo adecuado, que irá incrementándose gradualmente.
Controlar la respiración según un ritmo conveniente.
Centrar el esfuerzo en la zona o zonas que deben trabajarse, relajando todas las demás (incluir la cara).
Concentra el pensamiento en los puntos o zonas específicos de cada asana, lo que multiplica sus efectos.
Recuerda que toda postura corporal corresponde y desarrolla una actitud psíquica.
Lo contraído se distiende y se estira.
Lo rígido se vuelve flexible.
Lo blando se tonifica.
Lo amorfo fluye hacia la forma.
Lo separado se reencuentra.
En el silencio, imágenes o movimientos mentales procedentes del subconsciente afloran a la superficie y nos hacen comprender y superar los residuos energéticos.