Temario >>Anatomía >> El sistema esquelético

El Sistema Esquelético: La Fundación de tu Práctica de Yoga

El sistema esquelético desempeña un papel fundamental en la práctica del yoga, ya que proporciona la estructura y el soporte necesario para las posturas y movimientos realizados durante la práctica. A continuación, se destacan algunas de las importancias del sistema esquelético en el yoga:

  • Alineación postural: El sistema esquelético, compuesto por los huesos, articulaciones y ligamentos, establece la base para una alineación adecuada durante las posturas de yoga. Mantener una alineación correcta ayuda a prevenir lesiones y permite una práctica más segura y efectiva. 
  • Estabilidad y equilibrio: Los huesos aparecen como puntos de referencia para mantener una postura equilibrada y estable.
Lámina representando el esqueleto desde varias vistas

Los Huesos, La Fortaleza de tu esqueleto y La Estructura que te Sostiene

Los huesos son componentes clave del sistema esquelético y provisto de una estructura sólida y resistente para el cuerpo humano el cual esta compuesto por más de 200 huesos que se conectan entre sí. Aquí hay algunos puntos sobre la fortaleza de los huesos:

  • Composición y estructura: Los huesos están compuestos principalmente de tejido óseo, que es una combinación de células vivas y una matriz mineralizada compuesta principalmente de calcio y fósforo. Esta combinación de células y minerales les confiere a los huesos su fortaleza y rigidez.

  • Resistencia a la compresión y tensión: Los huesos tienen una estructura interna que les permite resistir la compresión y la tensión. La disposición de las células y las fibras de colágeno dentro de la matriz ósea permite que los huesos absorban y distribuyan las fuerzas que actúan sobre ellos. Esto es esencial para soportar el peso corporal y resistir las fuerzas externas durante la actividad física.

  • Adaptabilidad y remodelación: Los huesos tienen la capacidad de adaptarse y remodelarse en respuesta al estrés mecánico. Cuando los huesos están sujetos a cargas repetidas o mayores, el proceso de remodelación ósea se activa. Esto implica la formación de nuevo tejido óseo en áreas sometidas a estrés y la eliminación del tejido óseo antiguo. Como resultado, los huesos pueden volverse más fuertes y densos en áreas de mayor estrés.

  • Influencia hormonal: Las hormonas juegan un papel importante en la salud ósea y la fortaleza de los huesos. La hormona del crecimiento, las hormonas sexuales (estrógenos y testosterona) y las hormonas relacionadas con el metabolismo del calcio (como la vitamina D, la hormona paratiroidea y la calcitonina) desempeñan un papel crucial en la regulación del óseo, la remodelación y la densidad mineral ósea.

  • Actividad física y nutrición: La actividad física regular y una nutrición adecuada desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de huesos fuertes. El ejercicio de carga, como el levantamiento de pesas o el impacto repetitivo, estimula la formación ósea y aumenta la densidad mineral ósea. Además, una ingesta adecuada de calcio, vitamina D y otros nutrientes esenciales para la salud ósea es crucial para mantener la fortaleza de los huesos.

  • Prevención de la pérdida ósea: A medida que envejecemos, es natural que prevenir una disminución gradual de la densidad ósea. Sin embargo, ciertos factores, como una dieta deficiente en calcio, una actividad física insuficiente y el tabaquismo, pueden acelerar la pérdida ósea y aumentar el riesgo de osteoporosis y fracturas. Adoptar hábitos saludables desde una edad temprana y mantener un estilo de vida activo pueden ayudar a prevenir la pérdida ósea y mantener huesos fuertes.

En conclusión, la fortaleza de los huesos se debe a su composición única, adaptabilidad, remodelación y respuesta a hormonas y estímulos mecánicos. Una combinación de actividad física regular, nutrición adecuada y hábitos saludables es fundamental para mantener fuertes y prevenir enfermedades óseas relacionadas.

Articulaciones Flexibles, Movimiento sin Limitaciones

Una articulación es el punto donde se encuentran dos o más huesos en el cuerpo humano. Estas estructuras son vitales para el movimiento y la flexibilidad del cuerpo. Hay varios elementos principales que componen una articulacion:

  • Superficies articulares: Son las áreas en los extremos de los huesos que entran en contacto entre sí en una articulación. Estas superficies suelen ser lisas y recubiertas de cartílago articular, un elástico que ayuda a reducir la fricción ya absorber los impactos durante el movimiento.

  • Cápsula articular: Es una envoltura fibrosa que rodea y mantiene unidos los huesos en una articulación. Esta cápsula está compuesta por tejido conectivo resistente y elástico, y tiene la función de proteger la articulación y proporcionar estabilidad.

  • Membrana sinovial: Es una capa delgada de tejido que recupera el interior de la cápsula articular. Esta membrana produce un líquido sinovial lubricante que reduce la fricción entre las superficies articulares y nutre el cartílago articular.

  • Ligamentos: Son bandas fibrosas que conectan y refuerzan los huesos en una articulación. Los ligamentos brindan estabilidad y controlan el rango de movimiento permitido en la articulación. Pueden encontrarse dentro de la cápsula articular (ligamentos intracapsulares) o fuera de ella (ligamentos extracapsulares).

  • Meniscos: Estas son estructuras de forma ovalada o semilunar que se encuentran en las articulaciones de la rodilla y la mandíbula. Los meniscos son discos de cartílago fibroso que ayudan a estabilizar y amortiguar la articulación, distribuyendo las cargas de peso de manera más uniforme.

  • Bolsas sinoviales: Son pequeñas bolsas llenas de líquido sinovial que se encuentran en áreas de alta fricción, como entre tendones, músculos y huesos, para reducir la fricción y proporcionar amortiguación adicional.

Estos elementos trabajan en conjunto para permitir el movimiento suave y controlado en las articulaciones. El conocimiento de la anatomía de las articulaciones es fundamental para los practicantes de yoga, ya que permite comprender cómo se mueven y cómo se pueden cuidar para mantener una práctica segura y saludable.

En resumen, las articulaciones flexibles son fundamentales para el movimiento sin limitaciones en el cuerpo humano. Su estructura, el cuidado adecuado y el fortalecimiento muscular contribuyen a mantener la flexibilidad y la amplitud de movimiento, lo que permite realizar actividades diarias, deportivas y artísticas de manera fluida y sin restricciones.

Para ello es importante cuidarlas adecuadamente. Evitar movimientos bruscos o impactos excesivos, mantener una postura adecuada y evitar el sedentarismo son algunos aspectos a tener en cuenta. También es esencial mantener una alimentación equilibrada que proporcione los nutrientes necesarios para la salud articular, como colágeno, vitaminas y minerales.

 

Tipos de Articulaciones

Articulaciones fibrosas: Estas articulaciones están unidas por tejido fibroso denso y tienen un rango de movimiento limitado o nulo. Se dividen en tres subtipos:

  • Articulaciones suturales: Se encuentran en los huesos del cráneo y están unidos por tejido conectivo fibroso.
  • Articulaciones sindesmosis: Se unen por ligamentos fibrosos y permiten un movimiento limitado. Los ejemplos incluyen las articulaciones entre los huesos de la pierna (tibia y peroné).
  • Articulaciones gonfosis: Se encuentran en los dientes y están unidos por el periodonto.

Articulaciones cartilaginosas: Estas articulaciones están unidas por cartílago y permiten un movimiento limitado. Se dividen en dos subtipos:

  • Articulaciones cartilaginosas primarias (sincondrosis): Se encuentran en áreas de crecimiento óseo y están unidas por cartílago hialino. Los ejemplos incluyen la unión entre las epífisis y la diáfisis de los huesos largos durante el crecimiento.
  • Articulaciones cartilaginosas secundarias (sínfisis): Se unen por un disco de fibrocartílago. Los ejemplos incluyen la articulación púbica en la pelvis y las articulaciones entre las vértebras.

Articulaciones móviles o sinoviales, son las que más nos interesan a la hora de trabajar las posturas de yoga, ya que permiten un amplio rango de movimiento. Aquí tienes una clasificación de los diferentes tipos de articulaciones sinoviales:

Lámina de articulación esferoideaEste tipo de articulación tiene una superficie esférica en una cavidad articular correspondiente, lo que permite un amplio rango de movimientos en varias direcciones. Ejemplo: articulación de la Cadera (iliaco-fémur) y articulación del hombro (escápula-húmero).

Lámina de articulación en bisagra, codo.Este tipo de articulación permite movimientos en un solo plano, como una bisagra de una puerta. Ejemplo: articulación del codo (húmero-cúbito).

Lámina de articulación condíleaEsta articulación tiene superficies articulares cóncavas y convexas, lo que permite movimientos en dos ejes principales. Ejemplo: articulación de la muñeca (radio-carpiana).

Lámina de la articulación de silla de montarEn esta articulación, las superficies articulares se asemejan a una silla de montar, lo que permite movimientos en dos ejes principales. Ejemplo: articulación carpo metacarpiana del pulgar.

Lámina de articulación de deslizamientoTambién conocida como articulación deslizante, este tipo de articulación permite movimientos de deslizamiento entre las superficies articulares planas de los huesos. Ejemplo: articulaciones intercarpianas de la muñeca.

Lámina de articulación en pivote o rotativa.Este tipo de articulación permite el movimiento de rotación también llamada rotativa al realizar un movimiento de rotación alrededor de un eje. Ejemplo: articulación atlantoaxial (atlas-axis) en el cuello.

Estos seis tipos de articulaciones sinoviales son los más comunes en el cuerpo humano y permiten una variedad de movimientos necesarios para llevar a cabo diversas actividades diarias  y para la práctica de las posturas de yoga.