Dharana - Dhyana - Samadhi
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DHARANA, DHYANA Y SAMADHI
La atención dirigida hacia la respiración, ciertos pasajes psíquicos o diversos centros permiten a la vez, desconectar del exterior y agudizar la mente preparando la concentración, accediendo al estado de Dharana. A medida que el practicante va desarrollando y aumentando la concentración se entra en los estados de Dhyana y hasta de Samadhi.
Dharana (Concentración)
La capacidad de dirigir la mente. Para poder evitar las fluctuaciones mentales, aparte de conseguir un equilibrio físico y respiratorio que nos permita situarnos en la actitud de observación, hace falta que la mente este firmemente establecida en el lugar presente sin que otras fluctuaciones, ya sean de los sentidos externos o de la memoria de acciones o pensamientos pasados, interfieran en el momento presente(pradiahara).
Pratyahara, permite que la concentración pueda realizarse y así aparece Dharana.
Concentración, estar en el centro, no dispersar, toda la energía ahí. Un flujo de atención desde uno mismo hacia el objeto de la concentración. La respiración, una zona del cuerpo, un punto, una imagen, un sentimiento, un pensamiento, un concepto, etc. todos pueden ser objetos de mi concentración. Lo único que me hace falta es dirigirme hacia ellos y permanecer ahí.
Dharana es un estado en el que aparecen dos personajes: el observador y el objeto observado.
Es en este estado en el que poco a poco nos iremos acostumbrando a residir con la confianza de que iran apareciendo niveles de sutilidad mayores. En si misma dharana no es más que un paso hacia el siguiente estado en el que la observación, en donde el proceso de observar adquirirá más profundidad.
Al principio, la concentración nos va a parecer difícil, pues la mente no está acostumbrada a la fijeza y van a ir apareciendo elementos de perturbación. Por ejemplo: el cuerpo que nos envía mensajes de cansancio o tensión; la respiración que se altera; los diferentes mensajes de la mente, que no para de agitarse, etc. Sólo la perseverancia y el abandono nos va a permitir establecernos en el estado de observador-objeto de observación. Dharana nos va a llevar al siguiente estado, Dhyana.
Dhyana (Concentración ininterrumpida)
La capacidad de interacción con el objeto de comprensión. En dhyana el flujo que se establece entre el observador y lo observado es una corriente continua. Por ejemplo, podemos explicar el de una linterna y un rayo láser. La luz de la linterna es proyectada sobre un foco amplio y difuso, pero en el rayo láser, toda la luz, coherentemente se dirige hacia un mismo punto.
Este es el estado de meditación. Estar en medio de la acción. «En el que actúa y en el objeto de la acción»
Hay un ejemplo que se comenta en el libro «Conversaciones sobre Yoga» de T.K.V. Desikachar: «Un estudiante que quiere escribir un artículo y que tiene una idea sobre él, se pone a trabajar y empieza a orientarse hacia esa idea; está en Dharana. Cuando por el esfuerzo se integra plenamente en el acto de escribir, en este momento entra en dhyana.»
Dhyana es un estado en el cual se ha superado la distracción y se empieza a percibir la comprensión de la unidad. Pero todavía existe separación entre los personajes: observador, la observación y lo observado. La continuación natural de este proceso da lugar al octavo anga: Shamadi.
Samadhi (Unión con el Ser)
Integración completa con el objeto de comprensión. En Samadhi la mente alcanza un estado en el que no hay impresión de ninguna clase. En el Samadhi la conciencia está abierta, es límpida y simplemente transparente.
En el ejemplo anterior del estudiante, cuando aparece el flash, «lo he conseguido» se produce la captación de la esencia del todo. Tal comprensión no se busca, llega inevitablemente, y nada puede detenerla. Este estado inexpresable solo puede comprenderse por aquellos que lo han alcanzado.
En Samadhi, la comprensión es tan rápida que no tenemos que pensar. Cuando entendemos sentimos un estado de felicidad plena. Esto es ananda.
Este gozo de ananda lo experimentan ocasionalmente casi todos los seres humanos. El trabajo de yoga es conseguir una continua expresión de Samadhi.
En Samadhi se trascienden los límites de la consciencia ordinaria y se entra en otro estado del ser en el que las cualidades de sat-chit-ananda (Ser-Consciencia-Bienaventuranza) se realizan.